lunes, 17 de octubre de 2011

El dos. Suma de Iguales.



El dos es el número resultado de la suma de la unidad. 1 + 1 = 2. 

 El dos ha sido considerado cualitativamente desde siempre como el número del amor y de la pareja. 
El uno multiplicado o dividido por sí mismo queda uno. El dos es el fruto de sumar la unidad. El dos es el resultado de una suma, de una adición de iguales. 
La unidad que se suma es de la misma característica. 
¿Quién puede decir qué uno es más importante en la suma que da dos? Cualquiera sea el orden de la unidad que se coloque el dos será el mismo.
Esta pequeña consideración del número dos, que nos puede parecer de poca monta, cobra un sentido importante relacionándolo con la vida de pareja. 
En la pareja las dos personas que la conforman son igualmente importantes. Ambos hacen la pareja. Como en la pequeña suma ninguno de los unos puede creerse más importante que el otro.
La pareja se forma por la unidad armoniosa de ambos. Ninguno puede creerse ni sentirse más importante que el otro porque si no la pareja se rompe. Tanto el machismo como el feminismo arruinan la relación de pareja. Si se piensa que el hombre es la parte más importante de la pareja la misma se sostiene en el miedo o la violencia. Por el contrario, si el papel principal se mantiene en la mujer la pareja se sostiene en la indiferencia. Solamente el amor se manifiesta en plenitud en la igualdad de las partes que suman dos. 
Ambos tienen que ser uno para que se sume dos. Pensemos en el número anterior, el uno, si alguno se siente dividido en su interior no aporta la suma necesaria para llegar a dos. Solo en la unidad de cada uno podemos llegar a dos. Platón decía a través de un mito que el ser humano al principio del Universo había sido uno solo y que la Divinidad los había separado para que llegando a este mundo tuviesen el trabajo de encontrarse y reconocerse uno.

Consideremos ahora en tu vida de pareja o amorosa.

1.- ¿Estás sumando tu unidad para la vida de pareja? Si no te encuentras bien tu presencia resta, disminuye, no puede sumar, la pareja se pierde. Pregúntate: ¿por qué no estás sumando? ¿Qué sucede en tu interior? Atrévete a nombrar tus divisiones, tus luchas internas, tus guerras, aquello que no te permite encontrarte dentro del dos en tu unidad más profunda.

2.- ¿Sientes que solamente Tú llevas adelante la pareja? Esto significa que tu pareja ya no lo es. Si uno solo sostiene la pareja, el dos se ha perdido, solo quedan los restos de un naufragio perdido. Debes dialogar urgentemente con quien tienes al lado para que el dos vuelva a realizarse.
3.- Estas solo o sola, no te apresures, el dos es un número importante, debes encontrar aquella persona que sume, que llegue al dos en las mismas condiciones que Tú. Es preferible seguir siendo uno que querer sumar sin poder llegar al dos, sin ser una pareja. Muchos tienen compañía, pero ser pareja es otra cosa mucho más profunda. El dos es fruto de la suma de unidades.
4.- El dos es un número mágico cuando sientes que a tu lado está quién te permite sumar en todas las circunstancias de la vida. Quién te permite mantenerte “uno” para poder darte totalmente, sin reservas. La pareja es quién te hace mejor y te permite llegar al final del día alegre por compartir la vida. Cuando uno espera estar con el ser amado es el mejor indicio de que esa pareja suma, nos resta cuando huimos y estamos mejor lejos de la compañía de quién pensamos que amamos.
Piensa en el dos y busca sumar. No hay belleza más grande que poder ser en la vida alguien que sume desde la totalidad de su ser.

La seguimos en la próxima entrada...
Rubén

viernes, 7 de octubre de 2011

Los números y la vida. EL UNO


Los números en la antigüedad tenían un significado cualitativo además de lo cuantitativo. El ejemplo más conocido es Pitágoras que estableció al número como el elemento que compone todo el Cosmos. Para este autor cuando se decía uno no significaba solamente que se tenía, digamos un tomate o una papa, sino que indicaba algo para ser entendido por la mente, por la parte más interior  del hombre.
Te dejo a continuación algunas ideas para que consideres a la hora de relacionar los números con tu propia vida. Estas ideas no son numerología ni tampoco encierran una significación religiosa, sino tratan de llenar un espacio que procede de la razón y que llega a la razón. Los seres humanos hemos utilizado los números desde antiguo para indicar cosas que están más allá de ellos. Podemos decir que son una ayuda memoria de quiénes somos y cómo podemos situarnos ante la vida para encontrar la paz y la felicidad.
Te sugiero que al leer estas afirmaciones te dediques a pensar durante un día o una semana en cada uno y que su repetición o memoria te permita ir cambiando aquellas actitudes que te dañan.


Empecemos con el primero de ellos.

Uno:

Considera que eres un único ser. 
No puedes estar dividido en tu interior. 
Que tus pensamientos coincidan con tus sentimientos. Intenta sentir como piensas y pensar como sientes. 
Muchos de nuestros problemas radican en que nuestra mente nos hace ver una cosa y nuestro corazón otra. Intenta que ambos hablen el mismo idioma.

Sugerencia: Haz la cuenta de aquellas cosas que te hacen perder la unidad interior, tu armonía. Fíjate si aquello que te divide interiormente es un problema de mente o de corazón. Piensas mal o sientes mal, no existe otra posibilidad que te encuentres dividido. Luego intenta alejar de tu mente o de tu corazón aquello que te divide.

Algunas cosas que te dividen interiormente son:
El odio.
La ira.
La envidia.
Los celos.
El orgullo.
El engaño y la mentira.

Si tienes alguno de estos sentimientos te encontrarás dividido. Procura alejarlos de tu corazón y de tu mente.

Piensa:

Si odio me hago daño.

Si amo, me lleno de vida.
El rencor no soluciona los problemas sino que los aumenta.
El perdón está en tu corazón, es importante que los puentes nunca se destrocen en tu orilla.
La ira llena de humo tu espíritu y no te deja ver la verdad.
La paz te permite pensar.
La envidia es el sentimiento de quienes piensan que denigrando a los otros pueden creerse superiores.
Alegrarse por el bien de los demás es participar de su suerte.
El orgullo te deja solo y te hace el corazón duro.
Una autoestima correcta te permite crecer cada día.
La mentira termina devorando tu alma.
La verdad siempre ilumina tu interior.

Recuerda la unidad la hacemos con nosotros mismos. Somos tanto nuestro mejor amigo como nuestro peor enemigo.

La seguimos en la próxima entrada...